No se trata de un platillo rodante, sino que estamos ante un coche movido por energía eléctrica procedente de la transformación de energía solar. El conductor ha pasado 28 días recorriendo los 475 kilómetros que separan la ciudad canadiense de Toronto de la capital, Ottawa. No le viene de nuevas. Desde que este vehículo viera la luz en 2002, ha recorrido kilómetros y más kilómetros. El vehículo tiene una masa de sólo 250 kg y sus prestaciones no dejan a nadie indiferente. Acelera de 0 a 85 km/h en 6 segundosy alcanza una velocidad máxima de 120 km/h. A plena luz del sol, su autonomía es de 500 kilómetros; y en horario nocturno, su batería le da energía suficiente como para cubrir 200 kilómetros.
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