J0SÉ LUIS SAMPER
SÁNCHEZ-VILLACAÑAS
(19-7-1933/11-3-2006)
Su padre era un maquinista de Renfe. Le animaba y
orientaba a hacer figuras y animales que realizaban juntos desde que él
contaba con cuatro o cinco años. Cuando tenía ocho años, su padre murió.
Sus primeros dibujos fueron personajes de los
tebeos de los años 40. En la escuela, su maestro le encargaba tareas especiales
dentro de la clase.
Su primer cuadro pintado al óleo fue en el año
1952, y era una copia de Murillo, para presentarlo a un concurso en el que
pensaba ganar el premio de 500 pesetas. Pidió prestado a su madre 30 duros para
comprar los materiales, y a cambio le daría el dinero del premio. No ganó, ya
que el cuadro era muy malo, tal como el propio pintor contó en una entrevista
al periódico Lanza, casi treinta años después.
Cuando aún era muy joven, salía diariamente al
campo, donde pintaba el paisaje, las puestas de sol, vistas del pueblo, los
molinos… Fue alumno, amigo y compañero del pintor universal Antonio López
Torres, del cual aprendió mucho.
En sus primeras creaciones dominan los tonos
amarillos, para pasar posteriormente a los grises y azules.
Sus obras reflejan el paisaje manchego, centrado
en la comarca de Alcázar de San Juan: sus rincones típicos, sus ambientes
soleados, sus paisajes de lejanías infinitas y, sobre todo la luminosidad, la
claridad ambiental que inunda las tierras de nuestra Mancha. Blancura de
paredes encaladas y de tonos y planos suaves, donde no caben las sombrías
manchas de la negra oscuridad.
Samper, el hombre que ha pintado lo nuestro, es
un pintor que ha llevado La Mancha a otros lugares de nuestra geografía y la ha
llevado con orgullo, con alegría para que se conozca lo nuestro. Es tal vez, el
que más exposiciones dedicadas a La Mancha y sobre todo con cuadros de Alcázar
de San Juan ha montado.
Sus obras se encuentran en Puerto Rico, Suiza,
Suecia, Méjico e Italia.
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