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sábado, 1 de marzo de 2014

LA LLUVIA DE WASSILY KANDINSKI

Wassily había nacido en Moscú, pero en 1875, cuando tenía nueve años, vivía en Odesa, que entonces era una ciudad de Rusia situada a orillas del Mar Negro.
A Wassily había tres cosas que le gustaban especialmente: los paseos por Odesa en los días soleados, los cuentos que le leía su tía Elisabeth y hacer dibujos con sus lápices de colores. Pero en Odesa los inviernos eran fríos y se tenía que conformar con los cuentos que le leía su tía o con sus dibujos.
Una tarde a finales de otoño, cuando su tía Elisabeth no estaba en casa, la ciudad se cubrió de nubes, la lluvia hizo que todo pareciera de color gris y Wassily se sintió muy triste, tanto que ni siquiera le quedaron ganas de ponerse a dibujar. Se sentó frente a la ventana y mientras veía caer la lluvia se le ocurrió algo fantástico que inmediatamente le hizo olvidar su tristeza: ¿Qué pasaría si la lluvia fuese de colores?
Si lloviera así el tejado de la casa más alta podría ser de color amarillo, el de la casa de al lado verde y la terraza que hay a continuación podría ser violeta. Sobre el árbol grande que hay en el centro del parque podría llover en azul, sobre la hilera de robles me gustaría que cayera lluvia de color naranja y el suelo que se moje con gotas de color rojo fuerte.
Entonces, Wassily pensó que, además de imaginarse todo aquello, podía dibujarlo y, sin dudarlo, fue a por su caja de lápices e hizo el maravilloso paisaje de la lluvia de colores.

"Cada cuadro con su cuento", Juan Ramón Brotons. Ed. Anaya

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